Human Rights Watch pide flexibilidad a china. Confirmados dos muertos.

Nueva York - Human Rights Watch ha hecho un llamamiento a las fuerzas de seguridad chinas para acabar con la sangrienta represión de los protestantes tibetanos, y para que permitan a la ONU dirigir una investigación independiente de los supuestos abusos.

La organización por los derechos humanos, ubicada en Nueva York, ha dicho que las fuerzas de seguridad han respondido a las manifestaciones anti-chinas golpeando a los participantes, abriendo fuego real, rodeando los monasterios y cortando las lineas telefónicas de los lugares de culto:

"El gobierno chino debería tener más reparo a la hora de responder a los protestantes y debería trabajar de cara a atender sus reclamaciones", ha declarado en un comunicado Brad Adams, director de asuntos asiáticos de HRW. "Debería invitar al Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU al Tíbet para que pueda dar comienzo una investigación independiente de los presuntos abusos", añade.

La organización ha pedido también a Beijing que respete el derecho de expresión, asociación y reunión de los tibetanos, y que se asegure un trato adecuado a los manifestantes así como a otras personas detenidas durante las protestas.

El viernes en Lhasa, la capital tibetana, se pudo ver cómo la policía abría fuego durante la protesta anti-china más importante de la ciudad desde hace veinte años. Se desconoce el número de personas muertas o heridas.

La agencia oficial del gobierno, Xinhua, ha confirmado que la policía ha realizado disparos de advertencia y usado gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes en el casco antiguo de Lhasa. Un número indeterminado de personas han muerto y mucha otras han resultado heridas, según ha informado a Radio Free Asia un responsable del centro médico de urgencias de la ciudad, informando de al menos dos personas muertas por disparos.

[Fuente: The Times Of India]