lunes, 7 de diciembre de 2009

Muere otra monja tibetana tras el maltrato sufrido en prisión


Una monja tibetana murió ayer en un hospital de Chengdu, la capital de la provincia china de Sichuan.

Se trata de Yankyi Dolma, de 33 años. Fue detenida el pasado 24 de marzo junto a otra monja, Sonam Yangchen, cuando protestaban contra el gobierno chino en la plaza del mercado de Kardze, gritando "China fuera de Tíbet; que vuelva el Dalai Lama; Ya está bien de persecución religiosa en Tíbet" y otros eslóganes mientras arrojaban al aire octavillas reivindicativas.

Un grupo de 50 soldados armados golpearon brutalmente a ambas monjas y se las llevaron en una furgoneta. Esa misma noche, las autoridades arrasaban la vivienda de Yankyi, llevándose fotografías del Dalai Lama -prohibidas en Tíbet-. Sus padres y otros parientes que se encontraban presentes fueron duramente reprochados por tener supuestos enlaces con "las fuerzas separatistas exiliadas del Dalai Lama". Las autoridades también citaron a su hermano, Tsangyan Gyatso, en la oficina administrativa local al día siguiente, donde le interrogaron durante horas.

Finalmente, Yankyi ha sucumbido a la gravedad de las lesiones causadas por las palizas y torturas recibidas en prisión.

Este maltrato físico y psicológico es el que se da a todos los tibetanos encarcelados por China de forma sistemática y rutinaria.

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