sábado, 28 de noviembre de 2009

El gobierno español deja plantado a representante del Dalai Lama durante cuatro días. Se marcha sin ser recibido.

El enviado del Dalai Lama para la Unión Europea se marchó ayer de Madrid sin ser recibido por ningún miembro del Gobierno después de cuatro días de visita. Kelsang Gyaltsen dice que cada vez que un país accede a la presidencia rotatoria de la UE, mantiene una reunión informativa con sus autoridades sobre la situación del conflicto entre el pueblo tibetano y Pekín. "Es la primera vez que ocurre algo así. Me he reunido con altos cargos de las anteriores presidencias. En República Checa [enero a junio de este año] me recibió el ministro de Asuntos Exteriores, y en Suecia [julio a diciembre] los responsables de los asuntos de Asia-Pacífico. Lo mismo se puede decir de otras cancillerías: Londres, París, Berlín... España parece ser la excepción".

Kelsang, que concede esta entrevista en Madrid tres horas antes de tomar un avión hacia Suiza, cree que el Gobierno español ha cedido a las presiones de las autoridades chinas. "Pero es importante destacar", añade, "que todos los países que reciben al Dalai Lama o a alguno de sus delegados son objeto de las mismas intimidaciones y nunca se traducen en la ruptura de acuerdos comerciales porque China es la primera interesada en mantener sus lazos con Europa". Opina que hay otras razones que explican el comportamiento excepcional del Gobierno español. "Parece que las autoridades están confundiendo su problema con los nacionalismos vasco y catalán con el de Tíbet. No es lo mismo reivindicar la autonomía de un pueblo subyugado dentro de un país donde no funcionan ni la democracia, ni el imperio de la ley, ni la libertad de prensa que en un país donde sí se dan estos requisitos. Es un caso totalmente distinto, pero parece que el Gobierno español ve similitud entre las dos situaciones".

El enviado del premio Nobel de la Paz asegura que el Gobierno de Tíbet en el exilio le da mucha importancia a este tipo de encuentros para contrarrestar la versión oficial china, y cree que un rechazo como el que acaba de hacer el Gobierno español envía un mensaje negativo a otros pueblos oprimidos: "Representamos a un movimiento que se ha destacado durante 50 años por la reivindicación de sus objetivos por medio de la no violencia. Y en el caso de España, que sufre el problema de la violencia política, el apoyo debería ser aún mayor".

Hace dos semanas, Kelsang se reunió en Bruselas con el embajador de España ante la UE, pero le aclaró a las autoridades españolas que el Gobierno tibetano en el exilio aspiraba a reunirse con los cargos del Ministerio de Exteriores en Madrid. "Es aquí donde se toman las decisiones", justifica.

Kelsang dice que el Dalai Lama no tiene prevista de momento ninguna visita oficial a Europa, pero que en septiembre recibió por escrito una invitación para reunirse próximamente en Washington con Barack Obama, aunque aún no hay fijada una fecha para el encuentro.

Fuente: El País

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