viernes, 6 de febrero de 2009

Últimos datos sobre encarcelamientos

Las autoridades chinas han llevado a cabo recientemente sendos juicios a tibetanos arrestados acusados de participar en las protestas de 2008. Según información confirmada recibida por el Centro Tibetano por los Derechos Humanos y la Democracia (TCHRD), cuatro monjas y dos hombres laicos de Kardze han sido condenados a penas de prisión por manifestarse pacíficamente.

Lunglun Sonam (edad desconocida), hijo de Samdak y Pamo, de la población de Thamei, ha sido condenado a tres años, según ha informado uno de sus contactos informativos más cercanos. Lunglun fue arrestado por protestar pacíficamente el 17 de mayo.

En otro caso cerrado el 15 de enero, el mismo tribunal sentenció a tres monjas del monasterio de Yarteng a dos años y seis meses cada una. Las monjas son Poewang (28, hija de Choewang Gyatso y Rigah, de la población de Yarkhag), Yangzom (31, hija de Kunga Choegyen y MarMar) y Lhamo (29, hija de Nakad, de Thamed). Todas ellas fueron detenidas por protestar públicamente el 18 de junio de 2008. Según se supo el 1 de febrero pasado, estuvieron retenidas desde entonces en una cárcel hasta ahora desconocida en Tsithar (Chengdu). También se ha conocido que por esa cárcel han pasado al menos 44 monjas.

Por su parte, Ngawang Phuntsok, un laico de 32 años hijo de Ngawang Kunga y Palden Choetso y natural de Bumshul (Kardze) fue retenido durante seis meses en una sede de la Oficina de Seguridad Pública por protestar en solitario el verano pasado. Fue apresado con fotos del Dalai Lama en su poder, algo terminantemente prohibido en Tíbet. El 20 de enero fue sentenciado a tres años de prisión. Actualmente se encuentra en Woemin Samisa, a 70 kilómetros de Chengdu, en la provincia de Sichuan.

También, el 2 de enero, una monja de 28 años residente del Monasterio de Dragkar, hija de los difuntos Tha Tsering y Ten Choekyi (de Serchu Teng) fue condenada por el mismo tribunal a un año y nueve meses tras protestar pacíficamente con unas compañeras el 12 de mayo de 2008.

Según el TCHRD, que ha condenado los fallos en un comunicado, su libertad individual de expresar su opinión no viola en ningún momento las leyes chinas. Ya que sus acciones no son más que una manifestación de sus opiniones y un ejercicio pacífico de sus derechos humanos básicos, el TCHRD pide a las autoridades chinas "que sean puestos en libertad inmediatamente y sin condiciones".

A lo largo de 2008, distintos juzgados han sentenciado ya a casi 200 tibetanos relacionados con protestas pacíficas a penas de diversa índole, incluidas siete cadenas perpétuas. Existe una gran preocupación por la suerte que corren los detenidos y los cientos de personas que han desaparecido desde las grandes protestas de marzo pasado.

Fuente: TCHRD

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