sábado, 24 de julio de 2010

Todavía no se sabe nada de los arrestados en marzo de 2008


La Administración Central Tibetana (el gobierno exiliado) ha recibido informes de los eventos que siguieron a la protesta pacífica conducida por los monjes del monasterio de Sera, cerca de Lhasa, el 11 de marzo de 2008 y la consiguiente represión brutal a manos del gobierno chino. Cuando un grupo de monjes tibetanos se concentraron pacíficamente en Lhasa el 10 de marzo, los monjes de Sera se unieron a ellos a pesar de las represivas medidas impuestas por el comité monástico (dirigido por el gobierno) y la policía armada. Como muestra de solidaridad, los vecinos de la comunidad tibetana cercanos al monasterio también se unieron a la concentración al saber que varios monjes habían sido golpeados por la policía.

Gyaltsen, un joven de 20 años y un grupo de tibetanos adolescentes fueron arrestados y torturados por la policía al día siguiente. Ahora, dos años y medio después, su paradero sigue siendo desconocido. Los familiares de Gyaltsen no le han podido encontrar. Es natural de Phusum, en el condado de Nyemo, y trabajaba como sastre en Lhasa cuando fue detenido.

Del mismo modo, el 11 de marzo de 2008 muchos más tibetanos fueron apaleados y arrestados durante una gran redada masiva ejecutada por la Oficina de Seguridad Pública y la Policía Armada en más de 100 hogares con el pretexto de haberse manifestado el día 10. Algunos de los tibetanos recibieron brutales palizas durante su detención. Uno de ellos fue puesto en libertad más adelante, pero el destino de los demás sigue siendo un misterio a pesar de los esfuerzos de sus allegados. Sus nombres son: Tenzin, Tasang, Khyikyag, Wangdue, Phurbu, Namsey, Migmar, Pema; Kelsang, Tenzin, Dawa Tsering, Lhagwang Wangdue, Pasang, Khando, Norbu, Pasang Tsering, Pasang, Dorjee Tsering, Namgang, Nyima Tsering, Tashi Dorjee, Phurbu Ngodup, Lhakpa, Penpa, Dachoe, Phurbu y Tsering Lasang.

Mientras tanto, se ha filtrado al exterior una foto (arriba) del difunto Kunga, de 20 años de edad, con heridas de bala, que fundamenta las acusaciones de abuso contra los derechos humanos en Tíbet. Kunga era un monje del monasterio de Cogri, en el condado de Drakgo (Karze). Le disparó la policía china cuando ayudaba junto a sus compañeros a otros tibetanos que habían resultado heridos durante una protesta pacífica el 24 de marzo de 2008.

Fuente: DossierTibet

viernes, 23 de julio de 2010

"Lo ví con mis propios ojos", informe de Human Rights Watch sobre la brutalidad de las fuerzas chinas en Tíbet (2008-2010)


El informe se extiende a 73 páginas y lleva por título "Lo ví con mis propios ojos: Abusos de las Fuerzas de Seguridad en Tíbet, 2008-2010". Está basado en más de 200 entrevistas con refugiados tibetanos y visitantes inmediatamente después de que salieran del Tíbet, además de fuentes oficiales chinas nuevas, nunca antes publicadas.

El informe detalla por medio de testimonios de testigos presenciales un amplio espectro de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad chinas durante los incidentes y también después, como servirse de una fuerza bruta desproporcionada para disolver concentraciones, llevar a cabo arrestos colectivos arbitrarios, apalear salvajemente a detenidos, o torturar a los sospechosos bajo custodia.

Podéis bajaros el informe completo en PDF (en inglés) haciendo click aquí.